Cuando improvisamos una ocasión, sólo falta elegir qué quesos.
Con eso la mesa está lista, delicada y elegante.
La cata de quesos no requiere mayor preparación, hacemos la selección,
descorchamos la botella, acomodamos la panera y ya está. Casi espontáneamente,
obtenemos una sabrosa y delicada degustación. El abrir unos quesos convierte a
la degustación en una grata reunión familiar o de amigos, creando alrededor de
esta variedad de sabores un momento agradable y especial.